lunes, 20 de enero de 2014

Épica: Homero

Octavio Paz en su obra: El arco y la lira, concuerda con muchos instruidos en el tema con el hecho que, la poesía es un reflejo de las civilizaciones, además de que, las mismas, se encargan de forjar el camino a tomarse por las mismas.
Los griegos, basado en el presente criterio, no son la excepción.
Antes de la Filosofía fue la épica y poesía, la cual, derivada en las obras de Homero, fungieron en su tiempo como la Biblia lo hace actualmente en la religión. 
Homero, autor de las dos epopeyas más famosas
del mundo griego, obras que en la actualidad siguen
leyéndose y en las cuales, siguen inspirándose
tanto la literatura como el cine moderno
Sin las epopeyas homéricas, la Ilíada y la Odisea, el pueblo heleno no hubiese sido él mismo. En tales obras, su autor, quien en la actualidad y pese a la opinión dividida de algunos, se da la autoría a quien por allá de entre los siglos IX y VIII a.C., establecido a través de sus letras la construcción de una moral primaria que su pueblo intentaría desarrollar y los cuales, establecen incluso valores como el de la medida, muy desarrollado a posterior por los filósofos de su pueblo.    
La poesía suele traer una realidad a veces cuestionable. La misma esclarece sus versos en torno a temas míticos que para el uso de la razón podrían resultar simplemente patrañas. Homero, aún así, logró en sus épicas no sólo presentar a los dioses venerados por su pueblo en una forma aceptable, sino hacerlo de tal manera en la cual los mismos formaban un todo con lo existente. Los dioses pese a su poder no eran del todo omnipotentes y perfectos; actúan bajo conductas humanas y se entregan a placeres y caprichos que son capaces de poner en peligro a quienes los adoran.
Sus obras, narradoras de la tradición heroica cuentan la historia de sus pueblos. Más importante es que, pese a la época, a través de las rapsodias se encuentran regados los indicios de valores que construyeron las primeras morales griegas. Luego se verá que siglos después Sócrates fue conocido como el padre de la ética, sin embargo, no es de desacreditar que Homero en su momento trató de guiar a su pueblo por el camino del correcto Areté.
Identificarse en personajes como Aquiles, Odiseo o Héctor era señal de respeto. Todos con características propias, pero con fines prácticos y similares que los llevaban a enfrentar lo desconocido en busca de la perfección continua del carácter.
Visto así, es fácil saber el porqué del refinamiento constante del pueblo Heleno. 
La búsqueda de la perfección se reflejaba en sus aptitudes. El realizar las encomiendas ya fuera por parte de sus dioses o por los deseos mismos estaban siempre enfocados en un continúo mejoramiento de sus capacidades, reflejadas en su arquitectura, en sus artes y claro, en las disciplinas y el nacimiento posterior de la Filosofía. 
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lunes, 13 de enero de 2014

Génesis de la filosofía II

Se dice entonces que todo conocimiento deriva de algo.
La filosofía no es la excepción, pero debe tenerse en cuenta que sus creadores, los griegos, la trajeron a la vida con base a un elemento que si bien no era nuevo, nadie más que ellos han aprovechado hasta la fecha tanto, pese a ser una característica con la cual todos, sin excepciones, podemos contar: al afán de saber, de conocer. 
Toda cultura se nutre de otra, la griega no fue la excepción, pero es la característica principal mencionado que los llevo a desarrollar la ciencia del amor hacía el saber, la cual daría una nueva utilización a cada figura y arquetipo de conocimiento que se cruzara en su camino y lo convirtiera en lo que conocemos actualmente, y además, nutrirían siempre tanto a la misma filosofía, como a sus diversas ramas. 
La base del pensamiento griego se encuentra, en su origen, a través de los poetas, los cuales se encargaban de transmitir las enseñanzas a través de épicas y rapsodias las cuales se legaban por el canto y la poesía. Para el pueblo heleno, obras homéricas como lo son la Ilíada y la Odisea representaron algo similar a lo que la Biblia lo fue para el Judeo-cristiano. En ellas, mucho de los valores de los ciudadanos eran plasmados y pese a que en los versos podía haber cierto elemento fantasioso y mitológico, en su construcción ya se podía vislumbrar un sentido de la armonía, proporción, límite y medida, sin caer en lo grotesco o aberrante que culturas en sus inicios habían conservado en el reflejo de sus tradiciones. 
Es Homero también encontramos valores que rigen la vida del hombre, los mismos que el pueblo Heleno optó como los más altos y mejores y los cuales, los llevaría a un perfeccionamiento de sus aptitudes y por lo tanto, de sus valores éticos como morales que regirían en todo momento sus vidas. Padres e hijos fueron legando las tradiciones contadas en la historia de Aquiles y Odiseo, en una cultura la cual ya en sus inicios intentaba dejar fuera todo lo repugnante, sólo quedándose con lo mejor y lo más preciado a través del concepto de Areté.
Hesíodo con su Teogonía a su vez, sentaría el inicio de una cosmogonía en la cual, se intentaba dar la explicación a un origen de todo y con ello, hacer participe en el futuro, a los primeros filósofos y su materia de estudio. 
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